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domingo, 27 de junio de 2010

ABUELA GRILLO, PRECIOSO VIDEO ECOLÓGICO SOBRE EL AGUA

MINERIA DE MONTAÑA AL BANQUILLO

MINERIA DE MONTAÑA AL BANQUILLO Doce científicos pertenecientes a prestigiosos centros académicos norteamericanos solicitaron recientemente al gobierno de Estados Unidos una moratoria en el otorgamiento de permisos para la minería de carbón a cielo abierto en zonas de montaña en virtud de los graves impactos ambientales que se han registrado en los últimos treinta años. Es un hecho que no podemos ignorar ahora que Colombia está entrando en una era de intensificación de la minería en los ecosistemas de montaña, que, no sin razón, ha sido objeto de una creciente controversia pública, como lo evidencian los casos de los proyectos para la extracción de oro en el páramo de Santurbán, en Santander, y en La Colosa, en el Tolima. La mencionada solicitud al gobierno norteamericano no es el producto de unos ambientalistas de cabeza caliente, como lo estarán pensando algunos de los lectores. Se trata de un estudio aparecido en la revista Science (enero del 2010), que examina los resultados de cerca de treinta investigaciones científicas, publicadas y sometidas a revisión por parte de pares académicos, que han evaluado el impacto ambiental de este tipo de minería en la región de los Apalaches, que representa el 10 por ciento de la producción de carbón de los Estados Unidos. Se concluye que, como resultado de los métodos de manejo y disposición de los gigantescos volúmenes de material inerte que quedan como residuo de toda operación minera a cielo abierto (rocas y otros materiales del suelo y del subsuelo), se han generado daños graves e irreversibles en las fuentes de agua y en la biodiversidad, que no han sido compensados con las medidas de mitigación y, en consecuencia, se recomienda al Gobierno que "no se otorguen nuevos permisos al menos que nuevos métodos de extracción del carbón sean materia de un riguroso escrutinio científico y demuestren que remedian estos problemas". Se termina subrayando que "Estados Unidos deberá tomar un liderazgo en estos asuntos, particularmente ahora que se espera un enorme crecimiento de la minería a cielo abierto en los países en desarrollo". Y, como lo sugieren los científicos, son conclusiones que tienen relevancia para la explotación de todo tipo de minerales a cielo abierto en las zonas montañosas. Más recientemente, la Oficina de la Rendición de Cuentas del Gobierno de los Estados Unidos (GAO, por sus siglas en inglés) presentó un informe al Congreso de ese país, también referido a los Apalaches, sobre la vigilancia a largo plazo de las minas de carbón a cielo abierto ya abandonadas. Señala que los esfuerzos de restauración y revegetación realizados en muchas de esas minas en el pasado "no han sido del todo exitosos y han conducido a bajas tasas de supervivencia y crecimiento, fragmentación de bosques, reducida capacidad de captura de carbono, pérdida de vida silvestre y productos forestales e incremento de las potenciales crecientes e inundaciones". Y agrega que en muchos sitios se observan negativos cambios en el caudal de las fuentes de agua y que "los operadores mineros no siempre han retornado las zonas de explotación a un paisaje aproximadamente similar al original, como la normatividad lo requiere". Son conclusiones sobre las cuales tampoco nos podemos hacer los locos
, y de las cuales algo deberíamos aprender, ya que no solo reiteran los graves impactos ambientales ocasionados por muchas de las operaciones de la minería superficial de montaña, sino que, además, identifican las fallas de las autoridades ambientales y mineras de los Estados Unidos encargadas de su control. Y es que las lecciones derivadas de los estudios científicos y de la experiencia de países mineros de vieja data deberían servirnos como base para adelantar un debate nacional sobre la conveniencia y las condiciones a partir de las cuales sería posible llevar a cabo minería a tajo abierto en lugares ambientalmente frágiles como los ecosistemas de montaña. Estamos en mora de hacerlo. La sostenibilidad ambiental de la minería es mucho más que la simple carreta. * Ex ministro de Ambiente Manuel Rodríguez Becerra

jueves, 10 de junio de 2010

ARTÍCULO SOBRE ELINOR OSTROM



La Nobel de Economía 2009 Elinor Ostrom es una gran desconocida para el gran público. Sin embargo, su trabajo destaca por el estudio de las soluciones voluntarias y cooperativas en la gestión de los bienes y propiedad comunes. Libertad Digital desvela las principales claves de su obra.

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Premios Nobel de Economía 2009, Oliver E. Williamson y Elinor Ostrom (Archivo).
Ángel Martín
En el pensamiento popular, y también en el económico, se suele caer en cierto simplismo cuando se traza una clara línea divisoria entre el "mercado" y el "estado", entendido el primero como mecanismo por el que se llevan a cabo intercambios, y el segundo como el gobierno con su inherente naturaleza coactiva.

Así, desde esta perspectiva, por ejemplo, un recurso natural o bien es privatizado para uso de un individuo particular, o bien es propiedad del estado, excluyéndose terceras posibilidades.

Sin embargo, sí existe un espacio entre ambas opciones. Y es que, pueden surgir soluciones y arreglos contractuales y voluntarios entre las partes interesadas en conservar ese recurso, emergiendo reglas de comportamiento consensuadas que regirán el uso que los habitantes de la zona afectada darán al recurso. En este proceso toda clase de valores, normas, convenciones sociales, etc. pueden influir a los resultados finales. A esto se le suele poner el nombre de instituciones.

Tanto la primera como la segunda opción pueden presentar problemas en ocasiones. La dificultad técnica de excluir a usuarios del recurso que no son propietarios que conlleva la privatización, y los problemas que genera la propiedad estatal de estos recursos.

Se trata de la llamada tragedia de los bienes comunales, que podría resumirse popularmente en el dicho de que "lo que es del común es del ningún", ya que existirán incentivos a la sobre-explotación del recurso en cuestión, lo que puede generar efectos perversos. Por estos motivos, esa tercera vía puede que en ciertos casos pueda ser aconsejable.

No obstante, la teoría económica convencional que se enseña actualmente en la inmensa mayoría de las universidades cae en muchas ocasiones en el irrealismo y el simplismo al no reconocer la riqueza y complejidad de los fenómenos sociales tal y como se dan en la realidad.

En particular, el papel de las instituciones tiene poca cabida en los modelos matemático-económicos más en boga en la profesión. Debido a que el comportamiento económico de los agentes se plasma en un mero ejercicio matemático de maximización de una función matemática, lo anterior no debería extrañar a nadie.

Pero afortunadamente, los recientes Premios Nobel, Oliver E. Williamson y Elinor Ostrom no se adhieren a esta tendencia, hecho que puede impulsar el análisis de las instituciones sociales dentro de la ciencia económica, y esperemos que en un futuro cercano la teoría microeconómica (la referida al comportamiento de los agentes individuales como consumidores y empresas) de los libros de textos incorpore las contribuciones de estos dos economistas.

A continuación nos centraremos en las contribuciones de Elinor Ostrom, figura más desconocida a la de Williamson. Esta primera mujer en ganar un Nobel en Economía era investigadora de la Universidad de Indiana, parte importante del multidisciplinar Workshop in Political Theory and Policy Analysis.

Sobre el desconocimiento acerca de Ostrom de la profesión económica antes de recibir el Nobel, señala Stephen Levitt, popular bloguero y autor del best-seller Freakonomics, que era inmenso, e incluso reconoce que tuvo que buscar su nombre en Wikipedia.

Una politóloga, Nobel de Economía

No en vano, la ganadora del Premio Nobel 2009 en economía es politóloga, no economista, razón que podría explicar el profundo desconocimiento de los economistas, y que viene a reflejar el escaso nivel multi-disciplinar de la ciencia económica dominante.

En la blogosfera las reacciones han sido múltiples -muy pocos economistas se pueden resistir a hacer una anotación en su blog sobre los premiados, algo que ocurre sólo una vez al año- además de variadas, como suele suceder en estas ocasiones. Para ver algunas de las múltiples reacciones, Albert Esplugas ha realizado una interesante compilación.

La lúcida y realista observación hacia problemas y cuestiones sociales ha sido destacada por numerosos comentadores. Así Peter Boettke de la George Mason University comentaba que ella no limitaba su trabajo al tratamiento de problemas matemáticos con conceptos de la elección problemáticos, ni tampoco a modelos institucionalmente antisépticos acerca de los "mercados". Su análisis de la elección no se centra en agentes desprovistos de toda "humanidad" y convertidos en simples máquinas reactivas, sino en seres humanos.

Entre otros temas de interés de Ostrom está la llamada Nueva Economía Institucional, la teoría de la Elección Pública o la gestión de los recursos comunes, caso con el que comenzábamos el artículo. Efectivamente, como señala Alex Tabarrok de Marginal Revolution, "su trabajo ha explorado cómo entre el individuo  atomizado y la pesada mano del gobierno hay un abanico de asociaciones colectivas y voluntarias que a lo largo del tiempo pueden hacer surgir reglas eficientes y equitativas para el uso de los recursos comunes… Para Ostrom no es la tragedia de los comunes sino la oportunidades de los comunes".

La importancia de la cooperación voluntaria

Para Boettke "lo que el trabajo de Ostrom demuestra es cómo los individuos pueden trabajar en una variedad de escenarios para encontrar soluciones institucionales que fomenten la cooperación social y la mejora humana. Es sobre la asociación cívica voluntaria, un subgrupo de lo que es la vida comercial", lo que algunos denominan como el tercer sector, además del privado y el público.

Desde el blog The Economic Way of Thinking, donde participan varios profesores de economía, Scott Beaulier mostraba su preocupación acerca de la previsible reacción de los medios masivos de comunicación: "Temo que al interpretar el trabajo de Ostrom no entenderán nada".

Al explicar la esencia de su obra, decía que "en sus estudios de casos, Ostrom está diciendo que en última instancia el contexto importa y que debemos practicar la humildad cuando intentamos reformar o mejorar la eficiencia de los comunes. Ella está diciendo "¡No hagáis daño!", pero "en ningún caso está diciendo que las soluciones individuales y privadas fallan".

Para Beaulier su preocupación viene de que "con las prisas de los medios para simplificar, es fácil imaginarles diciendo cosas como que Ostrom nos dice que las soluciones individuales y privadas son inferiores a las soluciones comunitarias". Ése no es el mensaje que hay que tomar de su obra, advierte este economista.

El País no interpreta correctamente su obra

Y en efecto, estos temores se han hecho realidad. Desde el diarioEl País, se apelaba a la "apuesta sostenible" del trabajo de Ostrom: "En un momento en el que muchos Gobiernos, como el catalán, están desarrollando sus estrategias para el desarrollo sostenible, la concesión del Premio Nobel de Economía 2009 a Elinor Ostrom reafirma que se trata de una dirección que no nos interesa perder". Otros aprovechan para decir que "los mercados no lo son todo" o que el Nobel ha sido para investigadores "no-mercado".

Como argumentábamos más arriba, la estrecha concepción de la ciencia económica en los círculos dominantes es muy limitada, como también han denunciado prestigiosos economistas como James Buchanan desde hace muchos años. Y esto a su vez también influye en la estrecha concepción de los mercados.

Como sostiene Sheldon Richman, editor de la revista The Freeman, "no hay razón para considerar a la actividad cooperativa voluntaria en la gestión de los recursos, fuera de las firmas tradicionales, como no mercado". Alternativamente propone que "la división básica en los asuntos humanos no es mercado frente a no-mercado, sino voluntario/cooperativo frente a coactivo, o sociedad frente a Estado".

OBRAS DE INTERÉS:

Governing the Commons: The Evolution of Institutions for Collective Action. Elinor Ostrom (1990)

Understanding Institutional Diversity. Elinor Ostrom (2005)
Challenging Institutional Analysis and Development: The Bloomington School. Por Peter Boettke y Paul Dragos Aligica. Sobre las contribuciones teóricas de Elinor Ostrom y su marido Vincent (2009)
Methodological individualism, spontaneous order and the research program of the Workshop in Political Theory and Policy Analysis. Por Peter Boettke y Christopher Coyne (2005)
Entrevista con los Ostrom por el Mercatus Center (2003) 



martes, 1 de junio de 2010

Lanzan calculadora de huella ecológica

Una de las novedades que serán anunciadas durante la Feria Internacional del Medio Ambiente, que tendrá lugar del 2 al 5 de junio en Corferias (Bogotá), es la calculadora de huella ecológica, diseñada exclusivamente para los colombianos a partir de datos sobre consumo derivados del último censo nacional.

Con la nueva herramienta, el Ministerio de Ambiente y la organización ambiental WWF buscan que los colombianos se comprometan con un consumo más responsable. Al ritmo actual serían necesarios dos planetas para satisfacer las necesidades de la humanidad en 2030. Según la viceministra de Ambiente, Claudia Mora, es el momento para que cada colombiano firme un compromiso con el país y el planeta.

¿A quiénes está dirigida la feria?

Esta abierta a todo el público. Queremos llegar a todos los ciudadanos para divulgar el concepto de huella ecológica. Que la gente entienda que con su comportamiento deja una huella positiva o negativa sobre el planeta.

¿Una persona puede llegar a ser 100% ecológica?

Todos los hábitos de consumo y la vida cotidiana implican un impacto sobre el medio ambiente. No se puede reducir a cero, pero sí reducirlo considerablemente. Se trata de tener un consumo racional de energía, de agua, utilizar menos los vehículos y hacer un buen manejo de los residuos. Los visitantes a la feria podrán aprender cómo mejorar sus hábitos de consumo.

¿Como país tenemos metas de reducción de la huella de carbono?

Todavía no, porque no se ha medido. Estamos trabajando en definir la huella de Colombia y en generar un informe sobre los impactos que tendría el cambio climático en la economía del país. La idea es poder fijar unas metas de reducción de emisiones de carbono.

¿Qué más se verá en la Feria?

Tendremos una exhibición comercial mostrando avances de tecnología. Los empresarios podrán identificar tecnologías para mejorar su desempeño ambiental. Las empresas mostrarán lo que hacen para reducir sus índices de contaminación. Tendremos una agenda académica muy nutrida. Un día se va a dedicar al agua, otro a eficiencias energéticas, calidad del aire y el último día, 5 de junio, que es el Día Mundial del Medio Ambiente, se va a dedicar a biodiversidad.

¿Cuál puede ser el reto ambiental más importante del próximo gobierno?

Muchísimos. Diría que un gran reto es el cambio climático. Colombia ha tenido un papel destacado en las negociaciones y la meta es lograr que México no sea un fracaso como Copenhague. Otro aspecto importante son las energías alternativas. Colombia tiene grandísimas oportunidades. También el tema de minería y medio ambiente. El país debe discutir esto con cabeza fría.